Introducción
De entre las muchas curiosidades de las ranas dardo venenosa, una de las que me parece más interesante, es el comportamiento de cuidado parental que exhiben estas ranas.
Aunque el transporte de renacuajos es típicamente masculino en algunas especies, las hembras también pueden transportar a los renacuajos si se da el caso (Ringler et al., 2013; Pasukonis et al., 2017), lo que demuestra que ambos sexos poseen la capacidad cognitiva para poder ejercer dicha actividad. Además, el transporte no es un proceso aleatorio, sino que los machos que recorren mayores distancias llevan más renacuajos para maximizar el éxito reproductivo (Ringler et al., 2013).
La evolución de cómo ser un buen padre
Su cuidado parental es extremadamente variado: algunas especies presentan cuidado masculino, otras cuidado femenino y algunas, cuidado biparental. Se ha propuesto que el cuidado masculino fue la condición ancestral dentro de los dendrobátidos, y que de este cuidado masculino surgió el cuidado biparental, del cual posteriormente derivó el cuidado femenino (Weygoldt, 1987, Zimmermann y Zimmermann, 1984, 1988), que evolucionó una sola vez dentro de los dendrobátidos (Summers et al., 1999). Esta evolución pudo estar vinculada al uso de lugares pequeños y limitados para depositar los renacuajos, lo que llevó a una estrategia reproductiva con pocas crías, cuidado de ambos padres y alimentación de los renacuajos por parte de la madre con huevos no fertilizados (Carvajal-Castro et al., 2021).
Aunque el transporte de renacuajos es típicamente masculino en algunas especies, las hembras también pueden transportar a los renacuajos si se da el caso (Ringler et al., 2013; Pasukonis et al., 2017), lo que demuestra que ambos sexos poseen la capacidad cognitiva para poder ejercer dicha actividad. Además, el transporte no es un proceso aleatorio, sino que los machos que recorren mayores distancias llevan más renacuajos para maximizar el éxito reproductivo (Ringler et al., 2013).
Por otra parte, la transición del cuidado biparental al cuidado femenino podría estar relacionado a un comportamiento inicialmente engañoso, en el que el macho inducía a la hembra a depositar huevos en cavidades ya ocupadas por una larva. Con el tiempo, este comportamiento pudo derivar en una provisión estable de alimento por parte de la madre (Weygoldt, 1987).
Conclusión
Supongo que es algo curioso, no todo los días vemos ranas transportando renacuajos de un lado a otro, ni mucho menos anfibios con un cuidado parental tan relativamente complejo. Por lo que es un comportamiento que rompe brutalmente con la idea simplista y tradicional de que los anfibios son animales dominados únicamente por sus instintos rígidos y simples.
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Bibliografía
- WEYGOLDT, P. 1980. Complex brood care and reproductive behaviour in captive poison-arrow frogs, Dendrobates pumilio 0. Schmidt.
https://www.jstor.org/stable/4599348?seq=1 - ZIMMERMANN, E., AND H. ZIMMERMANN. 1984. Durch Nachtzucht erhalten: Baumsteigerfrosche Dendrobates quinquevittatus und D. reticulatus.
https://www.salamandra-journal.com/index.php/contents/1988-vol-24/973-zimmermann-h-e-zimmermann/file
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