Friday, July 11, 2025

¿La macroevolución existe sin la microevolución?

    Introducción

En artículos anteriores ya había tratado brevemente el concepto de micro y macroevolución y había dado por concluido que la macroevolución era la acumulación de pequeños cambios evolutivos (microevolución) que, a lo largo del tiempo, podría dar lugar a la aparición de nuevas especies, géneros o incluso grupos. Pero todavía hay piezas que no encajan en este rompecabezas.

El engaño de los salto evolutivos
Gould y Eldredge (1971) propusieron que las especies pueden experimentar largos periodos de estabilidad morfológica, interrumpidos por breves fases de cambios evolutivos acelerados, en base a estos autores, sería un claro ejemplo de un proceso macroevolutivo. Pero, desde mi punto de vista, este modelo representa el mismo proceso evolutivo que el gradualismo.

Si lo analizamos bien, lo único que plantea el equilibrio puntuado es principalmente una cuestión de escala temporal y dinámica de poblaciones. En ningún momento introduce nuevos mecanismos ni rompe con los principios fundamentales evolutivos. La evolución sigue siendo el resultado de pequeñas modificaciones genética que con el tiempo y bajo ciertos contextos, se pueden producir grandes transformaciones morfológicas.

Por ejemplo, si tenemos una pequeña población aislada, la deriva genética puede tener un impacto mayor y la selección natural puede actuar de manera más rápida sobre las nuevas variantes, pudiendo ser percibida esta rapidez cono un brusco salto evolutivo, cuando en realidad no lo es. Además, la tasa de evolución varía en función de cada especie: algunos organismos tienen ciclos de vida cortos o tasas de mutación más altas (debido a una mayor cantidad de descendencia), lo que puede ser un factor determinante en el ritmo del cambio evolutivo. Por lo tanto, en este sentido, el equilibrio puntuado no sería diametralmente opuesto al gradualismo, sino que más bien lo complementa.

Y tampoco nos tenemos que ir muy lejos. Los casos de radiación adaptativa son un claro ejemplo de que todo depende del contexto en el que ocurren los procesos evolutivos. Cuando una especie coloniza un nuevo ambiente con múltiples nichos disponibles y poca competencia, como podría ser el caso de las islas, puede diversificarse en varias formas, ya que cada ambiente tiene sus propias características y su propia presión de selección. Es decir, no lo mismo vivir en una llanura, donde a penas hay vegetación boscosa, que vivir en un bosque. Cada una de estas condiciones ambientales favorece distintos rasgos y comportamientos, lo que lleva a que distintas poblaciones de una misma especie se especialicen progresivamente (véase Extinción y radiación adaptativa).

El problema de las mariposas
Bueno, una vez atendido el engaño de los saltos evolutivos. Planteo la siguiente pregunta: ¿podría considerarse que, a partir de una sola mutación en un gen, puede producirse un proceso macroevolutivo? Pues la respuesta ya está anunciada. Para que una mutación produzca un proceso macroevolutivo, debe de fijarse en la población, y para ellos es necesario que intervenga la selección natural o algún otro mecanismos evolutivo que favorezca su fijación. Además, debe de existir un aislamiento reproductivo o algún factor que impida el flujo genético con otras poblaciones. Por lo tanto, una mutación solo es el punto de partida y no la línea de meta.

Conclusión
Pues creo que esto sería todo por ahora. De todas formas, si queda algún cabo suelto, no dudaré en volver a tratar este tema en el blog. En cierto modo, este artículo es un complementación al anterior, así que, quién sabe si habrá más complementaciones en el futuro.

Para publicaciones anteriores sobre micro y macroevolución, consulté...
-De la micro a la macroevolución (Mayo, 2025)

Bibliografía
  1. Eldredge, Niles & Gould, S.. (1971). Punctuated Equilibria: An Alternative to Phyletic Gradualism.
    https://www.researchgate.net/publication/221958736_Punctuated_Equilibria_An_Alternative_to_Phyletic_Gradualism

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