Introducción
En Agosto de este mismo año había tratado el tema de la inteligencia en los dinosaurios (véase ¿Dinosaurios inteligentes?) y mi tendencia a estudiar fenómenos evolutivos complejos me ha llevado a la realización de este artículo. En ese artículo de Agosto introduje el concepto de cociente de encefalización (CE), pero no llegue a responder a la pregunta de cuál es el significado de tener un cerebro grande y por qué algunas especies lo desarrollaron a pesar de sus altos costos
El tejido cerebral es uno de los más costos metabólicamente. En humanos, por ejemplo, representa apenas el 2% de la masa corporal, pero consume más del 20% de la energía total del organismo (Padamsey y Rochefort, 2023). Por lo tanto, un cerebro grande no solo requiere un suministro constante de energía y oxigeno, sino también un mayor tiempo de desarrollo, cuidados parentales prolongados y una dieta adecuada para mantenerlo.
A pesar de estos altos costos, los organismos con cerebros grandes han desarrollado una redistribución de recursos desde tejidos periféricos hacia el cerebro, mejores estrategias de codificación neuronal eficiente y el uso selectivo de funciones neuronales durante períodos de escasez de alimento, priorizando aquellas que son fundamentales para la supervivencia (Padamsey y Rochefort, 2023).
Todo tiene su relevancia dentro de un determinado marco
En efecto, el registro fósil muestra que a lo largo de la evolución solo un pequeño número de linajes desarrollaron cerebros grandes en comparación con su cuerpo, como los homínidos y los córvidos. Por lo que podemos inferir que en estos casos los beneficios de tener un cerebro más grande superaron los costos y que la selección natural favoreció el desarrollo de capacidades como la resolución de problemas complejos, la cooperación social y la planificación de estrategias, entre otros.
Un buen ejemplo empírico de esta relación lo obtuve tomando 14 datos de diferentes especies de aves, del estudio de Sol et al. (2007), en el que grafiqué la desviación del tamaño esperando frente a la mortalidad anual de los adultos. El resultado fue una tendencia negativa: las especies con cerebros más grande de los esperado tendían a presentar una menor mortalidad adulta, mientras que las que tenían cerebros más pequeños presentaban una mayor mortalidad.
Así que sí, el desarrollo del cerebro puede ser un condicionante para el desarrollo de capacidades cognitivas más complejas, pero no significa que sea el único factor. Más bien, podría decirse que un mayor desarrollo cerebral aumenta la probabilidad de que surja una organización neuronal y conexión sináptica lo suficientemente bien desarrollada para que la selección natural favorezca su desarrollo.
Bibliografía
- Padamsey, Zahid & Rochefort, N.. (2023). Paying the brain's energy bill.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959438822001623 - Sol, Daniel & Székely, Tamás & Liker, Andras & Lefebvre, Louis. (2007). Big-brained birds survive better in nature.
https://www.researchgate.net/publication/6552786_Big-brained_birds_survive_better_in_nature
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