Friday, May 2, 2025

Un bicho random por el jardín

Introducción
La verdad es que este artículo no estaba previsto en absoluto, pero como me he entretenido bastante durante estas dos semanitas con esto, ¿por qué no?

Créditos de la imagen: Ciencia Verde

Un día por el jardín
Recientemente me ha dado por dedicarme a muestrear diferentes partes de mi jardín para valorar el nivel de diversidad de invertebrados que puede haber. Para ello, coloqué diversas trampas de caída, que básicamente son recipientes enterrados a ras de suelo con algún tipo de atrayente y conservante en su interior. En mi caso, utilicé agua con jabón, con el fin de reducir la tensión superficial y hacer que los insectos se hundieran rápidamente.

También coloqué piedras sobre las trampas, dejando suficiente espacio para que los invertebrados pudieran acceder, pero impidiendo el acceso de pequeños vertebrados como lagartijas o ratones, para evitar atraparlos accidentalmente.

Una vez montado todo el sistema, dejé las trampas activas durante una semana. Lo malo fue que olvidé que, para evitar la putrefacción, hacía falta un conservante. Así que, cuando fui a revisar lo que había muestreadas, la gran mayoría de artrópodos ya estaban casi descompuestos y muy fragmentados. Además, en los pocos invertebrados que no se habían desecho por completo, la coloración se había alterado considerablemente debido a la descomposición. Por tanto, a la hora de identificarlos fue prácticamente imposible, salvo en aquellos grupos más comunes.

Aquí varios artrópodos que cayeron en las trampas  en donde se puede apreciar como la descomposición ha alterado su coloración original. De izquierda a derecha, cochinilla de la humedad, una tijereta (dermáptero) y un bicho bola (Armadillidium vulgare). Créditos de la imagen: Ciencia Verde

Pero algo que me llamó realmente la atención fue el diminuto tamaño de esta hormiga.

La diferencia de tamaño es abismal, basta con comparar con las pinzas de la tijereta para darse cuenta de lo tremendamente diminuta que es. Créditos de la imagen: Ciencia Verde.
Pues bien, ante tal descubrimiento me surgió el interés por saber qué especie de hormiga había atrapado, lo que me llevo a consultar a la AIM (Asociación Ibérica de Mirmecología). En base a la imagen de arriba, parecía ser una especie del género Temnothorax, aunque para una identificación más precisa sería necesaria una foto de perfil con un mayor aumento. Y eso fue justamente lo que hice.

Créditos de la imagen: Ciencia Verde
Le envié las fotos al experto mirmecólogo Manuel Vidal-Cordero para ver qué le parecía y qué especie de hormiga podría tratarse. Y es altamente probable que se trate de Tetramorium caldarium, una especie ya previamente registrada y que su rango de distribución coincide con el lugar donde se encontró, aunque para confirmar al 100 por 100, sería necesario obtener una imagen de la cabeza de frente, pero resulta curioso como una hormiga tan pequeñita pasa tan desapercibida en un simple jardín.

Conclusión
Sería interesante ver el nivel de diversidad que existe mi jardín y tratar de identificar las especies más dominantes,  aplicando diferentes tipos de muestreo y también ver si esta especie en concreto solo se encuentra en la zona donde se capturó o si está más extendida de lo que pienso.

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