Introducción
Como me encanta poner a prueba todo, siempre, obviamente, partiendo desde un punto de vista lógico. No se trata de llevar la contraria por llevarla, sino de comprender verdaderamente el por qué de las cosas. Y, dentro de esos temas, está nuestro querido oso panda.
Oso panda gigante (Ailuropoda melanoleuca). Imagen de dominio público. |
El origne de Carnivora
El orden Carnivora pertenece a un grupo de mamíferos Laurasiatheria, que también incluye al grupo de los murciélagos (Chiroptera) y los ungulados (Euungulata) (Waddell et al., 1999; Tsagkogeorga et al., 2013) Dentro de este grupo, los carnívoros se sitúan en el clado Ferae, grupo que también incluye al pariente más cercano de los carnívoros, los pangolines, así como otras formas extintas del Paleógeno, como los creodontos, los arctocionios y los mesoniquios (Halliday et al., 2005). De hecho, en su momento se llegó a pensar que los creodontos eran el grupo hermano de los carnívoros (McKenna, 1975), pero la naturaleza de los dientes carnasiales es diferente entre ambos grupos. En los carnívoros se encuentran cerca de la parte delantera e la fila molar, mientras que en los creodontos se ubican cerca de la parte trasera de la fila molar (Feldhamer et al., 2015), lo que sugiere una historia evolutiva independiente (Turner y Antón, 2004). Asimismo, los creodontos están más estrechamente emparentados con los pangolines, mientras que los mesoniquios podrían ser el grupo hermano de los carnívoros y sus parientes más basales (Halliday et al., 2007).
A pesar de semejante parafernarlia, lo que está claro es que los carnívoros, en su conjunto, aparecieron por primera vez en el Paleoceno de América del Norte hace unos 60 millones de años (Polly et al., 2006). Los primeros carnívoros del grupo corona aparecieron por primera vez hace unos 42 millones de años, en el Eoceno medio (Heinrich et al., 2008), siendo un grupo monofilético (Eizirik et al., 2010), que se ha dividido en dos grandes clados según la composición de las estructuras óseas que rodean el oído medio del cráneo: los feliformes, aquellos formas similares a los gatos, y los caniformes, formas similares a perros (Wang y Tedford, 2008).
Inicialmente, los primeros representantes de los carnívoros era pequeños, ya que los creodontos y los mesoniquios ya ocupaban los nichos de depredadores ápices durante el Eoceno, una vez que se extinguieron estos dos grupos dominantes, los carnívoros se convirtieron en el grupo dominante y se diversificaron enormemente. Bueno, una vez ya entendido los orígenes de Carnivora
Inicialmente, los primeros representantes de los carnívoros era pequeños, ya que los creodontos y los mesoniquios ya ocupaban los nichos de depredadores ápices durante el Eoceno, una vez que se extinguieron estos dos grupos dominantes, los carnívoros se convirtieron en el grupo dominante y se diversificaron enormemente. Bueno, una vez ya entendido los orígenes de Carnivora
¿Qué incluimos dentro de Carnivora?
A términos generales los carnívoros se caracterizan por presentar una notable dentición especializada, con cánidos grandes, cónicos, gruesos y muy resistentes al estrés mecánico Además, todas las especies terrestres de este orden poseen tres incisivos a cado lado de cada mandíbula, con la única excepción de la nutria marina (Proteles cristata), que ha perdido un incisivo inferior. También otra característica clave en el grupo, es la presencia del par carnisal, un conjunto de dientes adaptados para cortar carne, compuesto por el cuarto premolar superior y el primer molar inferior.
En cuanto al cráneo, los carnívoros presentan estructuras robustas, como un arco cigomático bien desarrollado y, con frecuencia, una cresta sagital relativamente prominente. No obstante, en algunos carnívoros de menor tamaño, esta cresta puede estar considerablemente reducida. Asimismo, existen diferencias notables entre los dos grandes subórdenes del grupo: los caniformes y feliformes. Los primeros suelen presentar un rostro más alargado, mientras que los feliformes tienden a tener un rostro más corto.
En relación a otras partes del cuerpo, no hay mucho que destacar de forma general, ya que cada grupo dentro de Carnivora se ha adaptado a sus respectivos medio, desarrollando formas corporales acordes a sus hábitos y entornos. Vale, pero llegados a este punto, ¿qué pasa con el oso panda?
En relación a otras partes del cuerpo, no hay mucho que destacar de forma general, ya que cada grupo dentro de Carnivora se ha adaptado a sus respectivos medio, desarrollando formas corporales acordes a sus hábitos y entornos. Vale, pero llegados a este punto, ¿qué pasa con el oso panda?
Oso panda, tenemos un problema
Como muchos ya saben, los pandas se caracterizan por ser el único oso que presenta una dieta (casi) exclusivamente herbívora, basada en el consumo de bambú. Hace aproximadamente 7 millones de años, el antepasado del panda gigante aún mantenía una dieta omnívora (Jin et al., 2007), pero entre hace 2 y 2,4 millones de años, su alimentación se volvió predominantemente herbívora, coincidiendo con la creciente dependencia de brotes, tallos y hojas tiernas de bambú como principal fuente de alimento (Jin et al., 2007)
Sin embargo, a pesar de tener estas adaptaciones especializadas, conserva un estómago simple, un ciego degenerado y un colon corto y recto con un tiempo de tránsito rápido, características típicas de un carnívoro. Además, a pesar del cambio de dieta, el panda gigante no desarrollo enzimas específicas para la digestión del bambú y aún conserva los homólogos enzimáticos necesarios para un sistema digestivo carnívoro. Esto lo lleva a recurrir a microbios intestinales simbióticos para adaptarse a su "nueva" dieta altamente fibrosa (Li et al., 2010).
Ailuropoda microta, último antepasado extinto del panda gigante actual. Créditos de la imagen: PBS eons. |
El problema de esta transición alimentaria es que el bambú tiene un bajo contenido energético y nutricional en comparación con la carne o la fruta, por lo que para sobrevivir, debe consumir hasta un 6% de su peso corporal en materia seca de bambú al día (Schaller, 1985; Gittleman, 1989; Dierenfeld et al., 1982). Ahora la pregunta es: ¿por qué hizo esa transición?
Este cambio en la dieta probablemente estuvo asociado con varias mutaciones en el genoma del panda gigante, incluyendo la pseudogenización del receptor del gusto umami T1R1 desde hace aproximadamente 4,2 millones de años (Lin et al., 2010). El gusto umami corresponde a altos niveles de glutamato, como los que se encuentran en la carne, y, por tanto, esta pérdida pudo haber alterado la elección de alimento del panda gigante (Lin et al., 2010). Aunque la pseudogenización del receptor del gusto umami coincide con el cambio dietético hacia la herbivoría, es probable que sea un resultado, y no la causa del cambio dietético (Zhao et al., 2013; Li et al., 2009; Jin et al., 2011).
El tiempo de mutación para el gen T1R1 en el panda gigante se estima en 4,2 millones de años (Zhu et al., 2013), mientras que la evidencia fósil indica el consumo de bambú en esta especie desde hace al menos 7 millones de años (Jin et al., 2007). Esto significa que, aunque la herbivoría completa ocurrió hace aproximadamente 2 millones de años, el cambio dietético se inició antes de la pérdida de función del gen T1R1 (Lin et al., 2007). Además, se han identificados defectos en el metabolismo de la dopamina en su sistema de apetito-recompensa (Jin et al., 2011).
Ergo, para poder adaptarse a su nueva fuente de alimento altamente especializada han desarrollado una mayor capacidad para digerir almidones que los carnívoros estrictos (Zhang et al., 2018). El bambú crudo es tóxico y contiene compuestos de cianuro y los tejidos corporales de los mandas son menos capaces que los de los herbívoros de desintoxicar el cianuro, pero gracias a que su microbiomas intestinales están significativamente enriquecidos con genes putativos que codifican enzimas relacionadas con la degradación del cianuro (Huang et al., 2016). Alrededor del 80% del cianuro se metaboliza a tiocianato, menos tóxico, y se elimina en la orina, mientras que el 20% restante se desintoxica por vías secundarías (Huang et al., 2016).
Además de estas adaptaciones fisiológicas, también ha desarrollado un conjunto de características morfológicas, como su característica cara redonda, resultado de los poderosos músculos mandibulares que se extienden desde la parte superior de la cabeza hasta la mandíbula, así como un sesamoideo radial agrandando, el llamado "pseudopulgar" (Figueirido et al., 2013).
Esqueleto de la mano del panda gigante, donde se indica el sesamoideo radial agrandado (en naranja). Imagen extraída de aquí. |
Sin embargo, a pesar de tener estas adaptaciones especializadas, conserva un estómago simple, un ciego degenerado y un colon corto y recto con un tiempo de tránsito rápido, características típicas de un carnívoro. Además, a pesar del cambio de dieta, el panda gigante no desarrollo enzimas específicas para la digestión del bambú y aún conserva los homólogos enzimáticos necesarios para un sistema digestivo carnívoro. Esto lo lleva a recurrir a microbios intestinales simbióticos para adaptarse a su "nueva" dieta altamente fibrosa (Li et al., 2010).
Conclusión
Pues debido a que el panda aún conserva mucha de sus características ancestrales de carnívoro, sigue perteneciendo al órden Carnivora, independientemente de que haya evolucionado hacia una dieta predominantemente herbívora. Es literalmente un carnívoro que se comporta como un herbívoro.
La verdad, es que resulta sorprendente cómo la evolución puede remodelar todo un organismo al completo, haciendo que cambie completamente su dieta y estilo de vida. Las maravillas de la evolución...¿qué os voy a contar
Para más artículos de pandas y otros osos herbívoros consulté..
-Oso parece, herbívoro será (Junio, 2025)
La verdad, es que resulta sorprendente cómo la evolución puede remodelar todo un organismo al completo, haciendo que cambie completamente su dieta y estilo de vida. Las maravillas de la evolución...¿qué os voy a contar
Para más artículos de pandas y otros osos herbívoros consulté..
-Oso parece, herbívoro será (Junio, 2025)
Bibliografía
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- Tsagkogeorga, Georgia & Parker, Joe & Stupka, Elia & Cotton, James & Rossiter, Stephen. (2013). Phylogenomic Analyses Elucidate the Evolutionary Relationships of Bats.
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https://www.nature.com/articles/s41396-018-0051-y - Huang, He & Yie, Shangmian & Liu, Yuliang & Wang, Chengdong & Cai, Zhigang & Zhang, Wenping & Lan, Jingchao & Huang, Xiangming & Luo, Li & Cai, Kailai & Hou, Rong & Zhang, Zhihe. (2016). Dietary resources shape the adaptive changes of cyanide detoxification function in giant panda (Ailuropoda melanoleuca).
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https://dspace.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/32909/Figueirido%20et%20al.%202013%20Durophagous.pdf?sequence=3&isAllowed=y