Introducción
Como usualmente me dedico a leer blogs de habla anglosajona (mayoritariamente). Recientemente he leído algunos posts del paleontólogo británico Nick Longrich y uno de los que más me ha llamado la atención ha sido Sierraceratops, un nuevo dinosaurios con cuernos de Nuevo México, y el endemismo de los dinosaurios: ¿por qué los dinosaurios gigantes tienen áreas de distribución geográfica pequeñas? Así que una vez más, me dispongo de Google Schoolar y de mis horas de redacción.
¿El inicio de un debate?
Longrich en esa publicación defiende que la competencia entre especies fue el motivo principal de su gran diversificación de las especies de dinosaurios y de sus áreas de distribución relativamente pequeñas. Según él, más que las barreras geográficas, el clima o la vegetación, fueron los propios dinosaurios al ocupar nichos y defender territorios los que limitaron la dispersión de nuevas especies hacia regiones ya "saturadas" ecológicamente. Como consecuencia, esto habría generado fuerte patrones de endemicidad, con linajes que evolucionaban de manera independiente incluso a distancias relativamente cortas. Cada región mantenía sus propias comunidades ecológicas bien establecidas, difíciles de reemplazar por especies externas. Solo cuando estas comunidades sufrían algún tipo de perturbación importante aparecerían nuevas oportunidades para que los nuevos dinosaurios pudieran colonizar estos territorios.
Pero realmente creo que la subestimación de los factores ambientales podrían ser el sesgo de esta publicación. El primero y más evidente es que el registro fósil está terriblemente incompleto, por lo que es posible que algunas especies hayan coexistido sin que tengamos evidencia de su presencia en determinadas regiones, simplemente porque no se han fosilizado o porque ciertas áreas han sido más propensas al desarrollo de excavaciones paleontológicas que otras.
En cuanto a los factores ambientales que podrían explicar su gran diversificación, es posible que determinadas barreras geográficas como la separación por montañas no fueran tan efectivas como la separación por un mar. De hecho, seguramente aquellas regiones realmente aisladas por agua, como los archipiélagos, sí ofrecerían un escenario potencialmente plausible para la endemicidad de numerosas especies de dinosaurios. Como podría ser el caso de los dinosaurios de la isla de Hateg, que evolucionaron de manera insular y experimentaron el enanismo insular, como Magyarosaurus (saurópodo) y Telmatosaurus (ornitópodo) (Benton et al., 2010).
| Una de las pocas escenas en las que aparece Telmatosaurus en el episodio 7 de la segunda temporada de Prehistoric Planet. Créditos de la imagen: Appel TV+ |
Pero, ¿qué hay de los continentes? Pues, bueno, si utilizamos el mismo ejemplo que utilizó Longrich (Norteamérica), lo cierto es que es que la provincialidad estuvo condicionada por la temperatura durante el Cretácico tardío más que por las barreras geográficas, aunque estas últimas sí tuvieron un papel secundario (Flynn et al., 2025). Quizás, una de las mejores evidencias que corroboran esta idea, sea la distribución de la vegetación a lo largo de Norte América.
A escala latitudinal, Norteamérica presentaba un gradiente climático muy marcado. En el sur predominaban bosques cálidos y relativamente húmedos, con precipitaciones moderadas durante todo el año. Hacia latitudes medias, la vegetación se encontraban en climas más templados, con estaciones más marcadas y variaciones de temperatura a lo largo del año y los bosques eran más abiertos, con árboles medianos y arbustos. Finalmente, hacia el norte, a partir de los 65ºN, correspondiente a lo que hoy sería la región subártica donde predominaban bosques caducifólios (Wolfe y Upchurch, 1987). Hecho que también se ve reforzada por los registros de paleosuelos de la formación McRae en Nuevo México, así como por los troncos petrificados de gran tamaño que indican condiciones húmedas a subhúmedas y que a finales de Cretácico esta zona comenzó a experimentar un aumento de aridez y estacionalidad (Buck y Mack, 1995).
Sin embargo, Longrich emplea el argumento de que, como ciertas especies de dinosaurios provenientes de Asia pudieron llegar a Norteamérica a través del estrecho intercontinental del puente de Bering, la plasticidad climática que presentaba ciertas especies podían haber impedido que el clima actuara como factor de provincialidad. Principalmente, el grupo de los tiranosáuridos muestran grandes afinidades de parentesco entre Asia y Norteamérica, como Tarbosaurus (Asia) y Tyrannosaurus (Norteamérica) así como los edmontosaurinos, como Shantungosaurus (Asia) y Edmontosaurus (Norteamérica). Como si esto ya no fuera poco, se ha encontrado restos fósiles, precisamente de posible afinididad a Edmontosaurus en regiones polares (Xing et al., 2017; Takasaki et al., 2020). Así que, posiblemente, los ancestros del grupo de los tiranosáuridos (y no tan tiranosáuridos) iban y venían a través del puente del estrecho de Bering (Zanno y Napoli, 2025), así como los edmontosaurinos. Una vez que desapareció el puente y ambos continentes quedaron aislados, cada linaje evolucionó de manera independiente.
| Diagrama en el que se representa la hipótesis anteriormente comentada. Editado de Zanno y Napoli. (2025) |
Aunque no todos los grupos de dinosaurios parecen presentar esta aparente plasticidad. Tal y como Longrich también menciona, el grupo de los titanosaurios parece que estuvo limitado a latitudes bajas y, de momento, no se ha encontrado ninguna evidencia fósil que corrobore su presencia en regiones polares, representando potencialmente otra nueva paradoja a la regla de Bergmann (para más entendimiento sobre este concepto vaya aquí). Por lo que, aparentemente, parece ser un grupo exclusivo de zonas cálidas o templado-cálidas.
Conclusión
Entonces, ¿la competencia no influyo en la diversificación? La competencia sí nos puede ayudar a enteder cómo convivían varias especies dentro del mismo ecosistema y cómo se repartían a la ahora de ocupar los nichos. No obstante, esto no explica cómo, a escala continental, este factor pudiera impidiera que linajes enteros se expandieran y colonizaran nuevos ambientes, como es el caso de los tiranosáuridos y edmontosaurinos. Aunque también, la propia biología de los dinosaurios pudo haber favorecido su gran diversificación y la endemicidad. Ya que al tener muchas crías pequeñas y juveniles que vivía en gran parte de manera independiente, diferentes etapas de crecimiento podía ocupar distintos nichos dentro del mismo ecosistema sin la necesidad de competir (Holtz, 2025).
Bibliografía
- Benton, Michael & Csiki-Sava, Zoltan & Grigorescu, Dan & Redelstorff, Ragna & Sander, P. Martin & Stein, Koen & Weishampel, David. (2010). Dinosaurs and the island rule: The dwarfed dinosaurs from Ha??eg Island.
https://www.researchgate.net/publication/222398953_Dinosaurs_and_the_island_rule_The_dwarfed_dinosaurs_from_Haeg_Island - Wolfe, Jack & Upchurch, Garland. (1987). North American nonmarine climates and vegetation during the Late Cretaceous.
https://www.researchgate.net/publication/223176383_North_American_nonmarine_climates_and_vegetation_during_the_Late_Cretaceous - Flynn, Andrew & Brusatte, Stephen & Chiarenza, Alfio & García Girón, Jorge & Davis, Adam & Fenley, C. & Leslie, Caitlin & Secord, Ross & Shelley, Sarah & Weil, Anne & Heizler, Matthew & Williamson, Thomas & Peppe, Daniel. (2025). Late-surviving New Mexican dinosaurs illuminate high end-Cretaceous diversity and provinciality.
https://www.science.org/doi/10.1126/science.adw3282 - Wolfe, Jack & Upchurch, Garland. (1987). North American nonmarine climates and vegetation during the Late Cretaceous.
https://www.researchgate.net/publication/223176383_North_American_nonmarine_climates_and_vegetation_during_the_Late_Cretaceous - Brenda J. Buck, Greg H. Mack. (1995) Latest Cretaceous (Maastrichtian) aridity indicated by paleosols in the McRae Formation, south-central New Mexico.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0195667185710361 - Xing H, Mallon JC, Currie ML (2017) Supplementary cranial description of the types of Edmontosaurus regalis (Ornithischia: Hadrosauridae), with comments on the phylogenetics and biogeography of Hadrosaurinae.
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0175253 - Takasaki, R., Fiorillo, A. R., Tykoski, R. S., & Kobayashi, Y. (2020). Re-examination of the cranial osteology of the Arctic Alaskan hadrosaurine with implications for its taxonomic status.
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0232410&fbclid=IwAR25w-imZE_JZy2ecD-5hpo6jnXMn8XukHYovB1nu8QpxKygTYCqCUNVhC8 - Zanno, Lindsay & Napoli, James. (2025). Nanotyrannus and Tyrannosaurus coexisted at the close of the Cretaceous.
https://www.nature.com/articles/s41586-025-09801-6 - Thomas R. Holtz Jr (2025). Bringing up baby: preliminary exploration of the effect of ontogenetic niche partitioning in dinosaurs versus long-term maternal care in mammals in their respective ecosystems.
https://www.italianjournalofgeosciences.it/297/article-1243/bringing-up-baby-preliminary-exploration-of-the-effect-of-ontogenetic-niche-partitioning-in-dinosaurs-versus-long-term-maternal-care-in-mammals-in-their-respective-ecosystems.html
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